La disfunción eréctil (DE), a menudo conocida como impotencia, es un tema que muchos hombres prefieren no abordar. Sin embargo, es una condición médica común y tratable. Entender qué la causa es el primer paso para encontrar una solución y recuperar una vida sexual plena y saludable.
Aquí te ofrecemos una guía clara sobre las causas y los tratamientos más comunes de la disfunción eréctil.
Causas más comunes de la disfunción eréctil
La DE no es solo un problema de la edad. Puede ser un indicador de una condición de salud subyacente que requiere atención. Las causas se dividen en dos categorías principales: físicas y psicológicas.
- Causas físicas:
- Enfermedades vasculares: La DE a menudo es un síntoma temprano de problemas cardiovasculares. Las arterias se pueden estrechar, reduciendo el flujo sanguíneo hacia el pene, lo cual dificulta lograr una erección. La presión arterial alta y el colesterol elevado son factores de riesgo.
- Diabetes: Los niveles altos de azúcar en la sangre pueden dañar los nervios y los vasos sanguíneos que controlan las erecciones. La DE es común en hombres con diabetes no controlada.
- Factores hormonales: Niveles bajos de testosterona, aunque no son una causa tan frecuente como se cree, pueden influir en el deseo sexual y, en consecuencia, en la capacidad de lograr una erección.
- Medicamentos: Algunos fármacos para la presión arterial, antidepresivos, antihistamínicos o medicamentos para el dolor pueden tener la DE como efecto secundario.
- Cirugías o lesiones: Procedimientos en la zona pélvica (como cirugías de próstata) o lesiones en la médula espinal pueden afectar los nervios y vasos sanguíneos responsables de las erecciones.
- Causas psicológicas:
- El cerebro juega un papel crucial en la respuesta sexual. El estrés, la ansiedad por el rendimiento, la depresión o los problemas de pareja pueden inhibir la excitación y provocar o empeorar la disfunción eréctil. Es común que las causas físicas y psicológicas se entrelacen.
Opciones de tratamiento efectivas
Lo más importante es saber que la disfunción eréctil tiene solución. Un especialista puede determinar la causa exacta y recomendar el mejor tratamiento.
- Medicamentos orales: Los inhibidores de la fosfodiesterasa-5 (PDE5), como el sildenafil (Viagra), vardenafil o tadalafil, son el tratamiento más común. Estos medicamentos mejoran los efectos del óxido nítrico, un químico natural que relaja los músculos en el pene y aumenta el flujo sanguíneo, permitiendo una erección más firme en respuesta a la estimulación sexual.
- Terapia de reemplazo de testosterona: Si la causa de la DE está relacionada con niveles bajos de testosterona, un médico puede recomendar terapia de reemplazo hormonal.
- Cambios en el estilo de vida: Adoptar hábitos saludables, como hacer ejercicio regularmente, mantener un peso adecuado, seguir una dieta balanceada, reducir el consumo de alcohol y dejar de fumar, puede mejorar significativamente la salud sexual y general.
- Terapia psicológica: La terapia con un psicólogo o sexólogo puede ser de gran ayuda para tratar la ansiedad por el rendimiento, el estrés y otros factores psicológicos que contribuyen a la DE.
- Otros tratamientos: Cuando las opciones anteriores no son efectivas, existen otras alternativas como inyecciones, dispositivos de vacío o, en casos específicos, cirugía para implantes de pene.
El primer paso es buscar ayuda
Hablar de la disfunción eréctil puede ser incómodo, pero es crucial. Es una condición médica, no un reflejo de tu valía. Consultar a un especialista es el primer paso para entender la causa y encontrar el tratamiento adecuado para recuperar tu salud sexual y tu bienestar.